Una joven argentina de 22 años que reside ilegalmente en Estados Unidos, aunque está en proceso de regularizar su estatus gracias a un programa impulsado por el ex presidente Barack Obama, fue detenida por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE).
Daniela Vargas, quien llegó a Estados Unidos en 2001 con siete años, fue arrestada ayer tras denunciar en una conferencia de prensa la situación que atraviesa su padre Daniel, de 55 años, y su hermano Alan, de 26, un pintor y un albañil, quienes fueron detenidos el mes pasado por no tener papeles de residencia legal y se encuentran a la espera de ser deportados a la Argentina.
La familia emigró desde la provincia de Córdoba con un visado de turista que expiró a los tres meses, aunque decidió quedarse igual en condición irregular.
El arresto de Daniela se produjo en Jackson, en el sureño estado de Mississippi, cuando varios agentes interceptaron el vehículo con el que abandonó la rueda de prensa, según explicó su abogada, Abigail Peterson.
" Ya sabes quiénes somos y ya sabes por lo que estamos aquí, estás aquí (en Estados Unidos) ilegalmente", le dijeron los agentes a la chica, según relató el letrado de acuerdo con un testimonio presente en el momento de la detención, publicó la agencia de noticias EFE.
Vargas se había beneficiado en el pasado del programa migratorio DACA impulsado por el ex presidente Barack Obama para proteger de la deportación a los indocumentados que llegaron de niños al país, pero ese permiso le había vencido y estaba en proceso de renovación. A los beneficiarios de ese programa se les conoce como "dreamers" o "soñadores" y alcanzan los 750.000 indocumentados.
El caso de la joven había tenido cierta repercusión mediática, por lo que su abogado asoció la detención de a una represalia de las autoridades migratorias para acallar a su clienta.
El actual presidente Donald Trump prometió durante la campaña que los "dreamers" serían deportados igual que el resto de indocumentados que viven en el país (unos 11 millones), pero con el paso de las semanas ha ido moderando su posición y finalmente los dejó fuera de su nuevo masivo plan de deportaciones establecido la semana pasada.
Segundo caso
Juan García Mosqueda, un reconocido curador de arte, voló de Buenos Aires a Nueva York, la ciudad donde vive legalmente desde hace diez años y donde se encuentra su galería, Chamber, una de las paradas frecuentadas por la vanguardia cultural que domina el moderno barrio de Chelsea, en el suroeste de Manhattan.
Ni bien aterrizó en el aeropuerto neoyorquino JFK, guardias fronterizos lo detuvieron y escoltaron hasta una sala de interrogación. García Mosqueda no explicó cuál fue el argumento que le dieron los guardias fronterizos estadounidenses para negarle el ingreso al país o, siquiera, si le dieron uno.
El curador argentino explicó en su comunicado que no hablará con la prensa mientras intenta tramitar su reingreso a Estados Unidos, por lo que los detalles de su caso aún se desconocen.